En el presente curso escolar 2019-20 inauguramos una nueva etapa caracterizada, entre otras muchas cosas, por la implementación en nuestro centro de Programas de Innovación Educativa que la administración pone a disposición de toda la comunidad escolar para seguir avanzando en el proceso de enseñanza y aprendizaje y en el desarrollo de valores tendentes a la mejora de la convivencia y a la igualdad entre nuestro alumnado, de todo el alumnado. Ya avanzado el segundo trimestre estamos todos en condiciones de EVALUAR cómo dichos programas, reflejados en proyectos de las más diversa índole, han tomado forma, contenido y razón de ser gracias al trabajo y colaboración de todos y cuando se habla de todos es de toda la comunidad escolar de nuestro centro.

El IES Camas atesora un capital humano que va logrando, escalón a escalón, subir allá dónde se deben encontrar las ganas de hacer cosas con las posibilidades reales de hacerlas y es en esto en lo que ahora estamos inmersos. De los diversos proyectos que se están desarrollando, el de Vivir y Sentir el Patrimonio, que es del que voy a señalar sus líneas maestras y resultados hasta el momento, tiene una finalidad clara y fundamental, sostenida gracias al trabajo de todos los agentes que formamos parte de esta empresa, y es la de conseguir que todo aquello que somos y que nos rodea, que percibimos y nos ha sido dado, que admiramos y disfrutamos (el patrimonio en su más amplio sentido del término como identidad material e inmaterial propia de un pueblo y un territorio) sea sentido y vivido como propio, como un tesoro que hay que ha de ser disfrutado, cuidado, salvaguardado, incluso ampliado y siempre divulgado por todos, grandes y pequeños, alumnado y profesorado, familiares del alumnado y agentes sociales y políticos de la localidad donde se halla el centro. Y, sin dudarlo, conseguir hacerlo sostenible, porque no es de nadie en particular y es obligación de todos que siga siendo así.

Dentro y fuera de nuestro centro, en nuestro entorno más cercano, la vivencia del patrimonio que tienen nuestros alumnos está cambiando radicalmente curso a curso, para mejorar. Estamos seguros que si funciona esto se debe a que cada uno y cada cuál sabe lo que debe hacer, al empuje de la administración educativa pertinente, del equipo directivo, del personal laboral, de los departamentos didácticos formados por profesorado implicado y la importante labor del alumnado que participa y no es mero espectador, sino actor principal de la función. Es por ello que hablar en nuestro centro de los proyectos de innovación es hablar de seguir mejorando y avanzando en conocimiento, convivencia, valores, competencias clave, etc. Claro que NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE, ni mucho menos, pero estamos a un paso de poder cambiar lo de decir “esto no funciona” por el “intentamos que esto funcione”.

Todas las actuaciones que se llevan a cabo en la diaria tarea de enseñanza y aprendizaje, así como las actividades concretas de cada nivel o grupo de clase y aquellas encaminadas al conocimiento del entorno del alumnado, en sus más diversas vertientes de la ciencia, el arte, la historia, la lengua y literatura, la filosofía, la música, la danza, los idiomas,la economía, la tecnología, etc., todas ellas, de una u otra forma, tienen que ver con la manera en que vivimos y sentimos como nuestro el patrimonio que nos rodea. Ha sido alentador descubrir cómo todos los agentes implicados en este proyecto han sabido manejar la esencia del mismo y transmitir la importancia que tiene lo que hacemos, cómo lo hacemos y para qué lo hacemos. Talleres y eventos relacionados con la coeducación, charlas, visitas a la biblioteca, visualización de documentales y películas, producción de cartelería, ensayos para el teatro, representación teatral, degustaciones gastronómicas, cuidado del medioambiente, visitas guiadas, prepararse para divulgar ciencia y hacerlo, etc., todo esto ha ocurrido en nuestro centro en el marco de nuestros proyectos, en el marco general también del proyecto de Patrimonio, que lo engloba todo y no sería nada sin los otros vigentes, relacionados con la educación medioambiental, la comunicación, la promoción de la lectura, la coeducación, etc.

Por todo esto y por la responsabilidad que todos tenemos en conseguir que nuestro más preciado tesoro, además del PATRIMONIO, que son nuestros alumnos y alumnas vayan creciendo como personas y ciudadanos de pro es por lo que es necesario seguir haciendo, no deshaciendo, la madeja de la Cultura, con mayúsculas, donde todos los hilos caben, y en contra de lo que Lisístrata pensaba de los enemigos de la polis y de la Paz, esos hilos deshechos y estropeados lo mismo vuelven a ser útiles en otra madeja, en otro tejido. Dejando aquí esta reflexión de unos pocos minutos y emplazando a los interesados en saber más sobre cómo se vive y se siente el Patrimonio en nuestro centro a que echen un vistazo a la memoria del proyecto que será publicada en breve, os doy las gracias a todos por vuestra implicación y comprensión.

En Camas, marzo de 2020

M.ª Encarnación Escalera Pérez

Profesora de C. Sociales y Cultura Clásica y coordinadora del proyecto V&S Patrimonio